Pongámonos en situación, nos encontramos en Madrid con este frío típico de la época y cuando llegamos a casa, entramos buscando ese calor que da el hogar y qué «fácil» con pulsar un botón tenemos la bomba de caloren marcha.
Pero, ¿qué es una bomba de calor?
Una bomba de calor es una máquina con unidades de temperatura reversibles, es decir, que pueden aportar frío o calor dependiendo de lo que se necesite. Por lo tanto, se puede utilizar tanto en invierno como en verano, ahorrando en espacio al tener una sola máquina para todo y siendo la calefacción más económica. Esto es posible porque el compresor consume electricidad solamente para transportar el calor, no para generarlo; en otros sistemas de calefacción el rendimiento es siempre inferior al 100 x 100 del consumo realizado.
Por ejemplo: un calefactor eléctrico de 1.000 W de consumo nos entrega 860 Kcal., mientras que una bomba de calor inverter de 1.000 W entrega entre 2.500 Kcal. y 4.000 Kcal. dependiendo de la etiqueta energética A ó A+++.
Por lo cual la bomba de calor consume hasta 5 veces menos que un calefactor, no emite gases de combustión a la atmósfera por lo que se convierte en un sistema no contaminante, cuidando el medio ambiente ya que la emisión directa de CO² a la atmósfera es 0.
Otra de las ventajas de las bombas de calor es la rapidez con la que calienta o enfría, no necesita estar conectado todo el día ya que en pocos minutos podremos tener una habitación con la temperatura adecuada y disfrutar del confort hogareño. También podemos asegurar que no tiene riesgo alguno ni para niños ni para mayores al no requerir de esfuerzo físico ninguno, tampoco utiliza combustibles (gasoil, gas, etc.) que puedan producir fuego, de ese modo se convierte en la calefacción más segura.
En conclusión, ya sea verano o invierno podemos enchufar nuestra bomba de calor y disfrutar de temperaturas ideales durante todo el año. Yo no sé vosotros pero con este frío yo la voy a encender ahora mismo y a disfrutar.
